Lucas 19:8
“Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado”
La historia de saqueo es una de las más hermosas de los evangelios. Dice la escritura que en medio de la gente para llamar la atención de Yahshua se subió en lo más alto de un árbol para poder ver al Mesías y recibir la invitación que cambiaría su vida.
Siendo él un pecador, reconocía que había defraudado a muchas personas y que tenía deudas con los demás. El no tomo la postura de víctima ni fingió ser inocente, el sabia que delante del Mesías su alma estaba desnuda y que si quería cambiar debía empezar dando ese importante paso de sinceridad.
Cuando nos paramos frente a Dios no hay caretas que le impida ver la verdad de nuestras vidas, no importa cuán difícil y lleno de pecado haya sido el pasado, el creador hoy quiere que estemos decididos a cambiar y no seguir en la práctica del pecado.
Quizás pensabas que tu vida se había perdido, que no había forma de cambiar ni rectificar, pero estas fueron las palabras de Yahshua al ver este maravilloso acto de arrepentimiento y rendición;
Juan 19.10
“Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.”
Nada está perdido, Yahshua tiene la última palabra y sus promesas son fieles y permanecen para siempre, si hoy tu corazón está dispuesto a cambiar, el estará dispuesto a mostrarte un nuevo camino por el cual transitar.