1 Samuel 17.26
“Entonces habló David a los que estaban junto a él, diciendo: ¿Qué harán al hombre que venciere a este filisteo, y quitare el oprobio de Israel? Porque ¿quién es este filisteo incircunciso, para que provoque a los escuadrones del Dios viviente?”
Una persona derriba gigantes es aquella que no se deja intimidar por el tamaño de las adversidades que enfrenta a lo largo de su vida. Cuando nos referimos a un gigante hacemos mención a aquello que es más grande y fuerte que nosotros mismos.
La magnitud de un gigante infringe miedo y un deseo desesperado por escapar de su presencia y poder esconderse de él. Sin embargo aquella persona que más allá de sus capacidades confía en lo que Dios puede hacer en su vida tiene una actitud diferente
No se deja intimidad por las apariencias del problema
Al igual que David debemos confiar en que el Dios al que servimos es más grande y poderoso que cualquier problema.
Tiene seguridad en sí mismo
Creer en nosotros mismos es uno de los propósitos por los cuales el Eterno permite que atravesemos por camino de gigantes.
Confía en que Dios le dará una salida
A pesar de su tamaño, armadura y armas de guerra David sabía que Dios le guiaría a través de ese enfrentamiento para derribar al enemigo que amenazaba su vida. Fue gracias al inmenso tamaño del Goliat que David pudo acertar con tan solo una piedra y derribarle.