Alguna vez has recibido de parte del creador una orden tan clara y a la vez tan arriesgada, como la que recibió Abraham? Y si la recibieras que harías en su lugar? Obedecerías con los ojos cerrados, es decir, fielmente?.
De cierto la vida de Abraham es una de las más admirables de toda la biblia, pues Abraham fue uno de los que le tocó llevar a cabo las pruebas de Fe más fuertes, sin embargo salió airoso, no por nada lo conocemos hoy como el Padre de la Fe.
Muchas de las promesas del Eterno son condicionales, siempre requiriendo iniciativa de nuestra parte. Abraham no hubiese recibido sus promesas si se hubiese rehusado a dejar a Ur de los Caldeos.
Los 10 leprosos no hubiesen sido sanados, si no hubiesen obedecido a las instrucciones de Yahshúa de reportarse ante el sacerdote. Ellos Al obedecer y confiar en el mandato de Yahshúa, la sanidad tomó lugar. Pero debemos recordarnos a nosotros mismos que la fe sin acción no es fe.
La fe verdadera sale al entender que la promesa tan sólo será cumplida si caminamos a lo largo y ancho de la tierra. La fe verdadera cree que Yahweh ya ha comenzado a obrar. Lo que necesitamos es conquistar y poseer.