Mateo 4.4
“Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.”
Fue un momento glorioso en el cual Yahshua exclamo estas palabras. Después de 40 días en el desierto en absoluto ayuno, el enemigo quiso hacerle declinar de sus principios ofreciéndole un trozo de pan.
La respuesta de Yahshua es sorprendente, pues cualquier ser humano luego de pasar 40 días sin comer vería un trozo de pan como el más exquisito manjar. Definitivamente esto demuestra que cuando se hacen las cosas con convicción y además se está enfocado en un objetivo con suficiente determinación ninguna tentación nos podrá alejar de ello.
El Mesías le estaba dando una gran lección al hombre, a veces nos enfocamos tanto en lo que comeremos o vestiremos y dejamos a un lado la parte espiritual, ignorando que sin la presencia de Dios nada somos.
Esa es la razón por la que muchas personas aun teniéndolo todo, lujos, exquisitas comidas y todo en última moda sienten que a pesar de ello algo les falta. Pues la llenura del hombre no depende de las cosas naturales y a pesar de ser necesarias no lo hacen todo.
El Dios en el que hemos creído es quien no solo puede proveernos de todo lo que necesitamos sino aquel que lo puede llenar todo en todo.
Efesios 1.23
“y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, la cual es su cuerpo, la plenitud de aquel que todo lo llena en todo.”