Cuando leemos la palabra del Eterno nos deleitamos en cada uno de los prodigios y maravillas contemplados en ella. Ciegos recuperando la vista, sordos escuchando, paralíticos de pie y hasta muertos resucitando, pero hoy en día pareciera que las personas pensaran que eso es algo del pasado y que no podemos verlos en la actualidad.
La palabra narra que las personas iban a Yahshua y eran capaces incluso de romper techos para llegar hasta él con tal de recibir un milagro, tal determinación solo es posible cuando hay convicción de que lo recibirán sin dudar.
Mateo 5.34
“Y él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote.”
Era la fe que tenían las personas la que provocaba que cosas maravillosas ocurrieran, de hecho está escrito que sin fe nada podía pasar.
Marcos 6.5-6
“Y no pudo hacer allí ningún milagro, salvo que sanó a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos. Y estaba asombrado de la incredulidad de ellos. Y recorría las aldeas de alrededor, enseñando.”
Cuando el poder de Dios se encuentra con la fe de una persona las cosas que pueden ocurrir son incluso inexplicables, pero cuando no hay fe nada puede pasar.
Es tiempo de cobrar ánimo y saber que el Eterno quiere y puede hacer cosas incluso mayores que en tiempos antiguos, solo necesita personas de Fe.
Juan 14.12
“De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.”