La pereza es idolatría. Está estrechamente relacionada con su opuesto, la adicción al trabajo. Ambos pecados de pereza y adicción al trabajo son pecados de adoración propia.
El comportamiento se ve diferente, pero la raíz de la idolatría es la misma.
El Señor nos manda a hacer todas las cosas con diligencia, debemos hacer las cosas con nuestro máximo esfuerzo, recuerda que para ti como seguidor de Yahshua no hay distinción entre secular e iglesia, no es que te esfuerzas más cuando estás sirviendo en la Iglesia, pero en tu trabajo haces las cosas mediocremente, o peor aún en tu casa no haces nada.
Tal es así que por tu calidad de trabajo deberías ser el empleado del mes cada mes en tu empresa, el mundo tendría que decir, “este hombre como trabaja”, “tenemos que frenarlo”, “nos da un nivel de desempeño de alta calidad”, ese es el hijo de Yahweh, ese es el camino que debemos seguir.
Romanos 12:11
“En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor.”
Cuando somos flojos no ahorramos para una mentalidad futura, tristemente es la forma de pensar de muchos latinoamericanos, prefieres irte de vacaciones, no importa lo que venga después, si te llenas de deudas, lo importante es vivir la vida, dice el flojo: “Dios proveerá” lo dices para que se escuché piadoso, “vivimos por fe”.