Es realmente penoso que hoy se quiera cambiar lo malo por bueno y lo bueno por malo donde al parecer todo es relativo sin tomar en cuenta las consecuencias.
Esto solo apunta al estado natural del ser humano; ya que sin Yahweh el pecado es dulce. Al hombre moderno no le gusta la santidad de Dios, es aburrida y amarga y algunos en su intento de acercarse a Dios hasta buscan de alguna forma redefinir el pecado para que puedan seguir con su mismo estilo de vida y esto lamentablemente ha llevado a muchas iglesias a comprometer el evangelio de nuestro Señor y salvador Yahshua, ya que al parecer las iglesias no quieren quedarse atrás buscando la mejor alternativa para lucir a la moda.
Este mundo debe ver la realidad en la que está viviendo y por el camino que está andando. No podemos permitir que este mundo con toda su filosofía secular busque cambiar nuestra manera de pensar y busque redefinir la Iglesia. Debemos tener bien en claro las palabras de Pablo cuando dijo: “no se conformen a este siglo”.
