Dios es un padre protector y amoroso, no hay temor que pueda ser superior a su cuidado y protección, por eso aun en el peor de los días nuestra mejor arma es la oración a Yahweh pidiendo toda su protección.
Efesios 6.11
Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.
Salmos 32.7
Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia; con cánticos de liberación me rodearás.
Salmos 46.1
Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
Hebreos 13.6
De manera que podemos decir confiadamente: el Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre.
Deuteronomio 31.6
Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Yahweh tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará.
Isaías 54.17
Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Yahweh, y su salvación de mí vendrá, dijo Yahweh.
Salmos 18.35-36
Me diste asimismo el escudo de tu salvación; tu diestra me sustentó, y tu benignidad me ha engrandecido. Ensanchaste mis pasos debajo de mí, y mis pies no han resbalado.
Salmos 118.6
Yahweh está conmigo; no temeré lo que me pueda hacer el hombre.
Isaías 46.4
Y hasta la vejez yo mismo, y hasta las canas os soportaré yo; yo hice, yo llevaré, yo soportaré y guardaré.
Salmos 18.30
En cuanto a Dios, perfecto es su camino, y acrisolada la palabra de Yahweh; escudo es a todos los que en él esperan.