Llámelo mentiroso, fanfarrón, deshonestidad, duplicidad, mala dirección, falta de sinceridad o ser económico con la verdad, el pecado de mentir es tan antiguo como el discurso mismo.
Verdades a medias:
Si le dices a tu esposa que llegas tarde del trabajo debido a una reunión de negocios, pero olvidas decirle que la reunión se celebró con bebidas y una mesa de billar en el bar, eso es una verdad a medias, también conocida como una mentira.
Omisiones
En Hechos capitulo 5, Ananías y Safira dijeron que vendieron su tierra y le dieron el dinero a la iglesia. Pero omitieron mencionar que los detalles no estaban claros, guardaron algo para ellos mismos (lo cual era su derecho a hacer), pero creando la impresión de que lo habían dado todo. Pedro llamó a esa ofuscación, “mentir al Espíritu Santo.”
Hipocresía
Pretender que tienes todo resuelto, financiera, espiritual y emocionalmente cuando no lo haces, es una mentira.
Proverbios 13.7
“Hay quien pretende ser rico, y nada tiene; hay quien pretende ser pobre, y tiene una gran fortuna.”
Exagerar
Es una mentira cuando se rellena la verdad, se embellecen los detalles, se infla la presentación de los hechos para engañar a los demás.
Efesios 4.25
“Por tanto, dejando a un lado la falsedad, hablad verdad cada cual con su prójimo, porque somos miembros los unos de los otros.”
El siguiente paso en el arrepentimiento es adoptar el comportamiento correcto. Lo opuesto a mentir no es silencio, es decir la verdad.
No puedes hacer esto sin Yahshua. Solo el Espíritu Santo es quien nos fortalece para detenernos, cambiar nuestro pensamiento y luego realinear nuestros caminos con los caminos de Dios.
Debes estar bien con Dios al poner tu fe en la salvación comprada por Yahshua en el madero y luego, con el poder del Espíritu, hacer que la opinión de Dios sea tu meta más alta en la vida. Sin Él no puedes arrepentirte. ¡Pero con la ayuda del Espíritu puedes detenerte!