Cuando se trata de tomar decisiones algunas son más difíciles que otras, para las cuales seguramente buscaremos consejo y trataremos de no cometer errores.
Todos tenemos que tomar decisiones a diario pero algunas de ella marcaran un antes y un después en nuestra vida por lo que es necesario prestar importante atención a ello y decidir acertadamente.
Más allá de pensar en equivocarnos o no, se trata de poner en práctica y desarrollar la madurez y sabiduría que cada uno recibe con el paso del tiempo y de los años, pues si llegáramos a equivocarnos de los errores también se aprende y así la próxima vez sabríamos que hacer.
A la hora de tomar decisiones importantes debemos dejar las emociones a un lado, ser sentimentalistas nos puede llevar a equivocarnos, por eso decide con la razón y más allá de lo que sientas.
Mateo 26.39
“Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.”
En este aspecto de las emociones nuestro mayor ejemplo es Yahshua, el puso a un lado lo que sentía y decidió hacer lo correcto, por la humanidad, por amor a El mismo y a nosotros fue al madero para hacer el sacrificio de amor que nos permite ser salvos hoy en día.
Las decisiones que tomes hoy afectaran tu presente, futuro y hasta el de las generaciones que nacerán a partir de ti.