¿Por qué no debe el creyente buscar divorciarse? La respuesta se da muy claramente en el versículo 14. La creyente no debe dejar a su esposo porque ella tiene un efecto santificador sobre su esposo inconverso y sus hijos. El texto dice: “el marido incrédulo es santificado en la mujer”. ¿Qué significa esto? El hecho de que el inconverso es santificado no significa que es salvo por asociación.
Más bien, el significado básico de “santificar” es “separar”. En otras palabras, el esposo inconverso es separado para la atención especial del Señor; y esto no aplica solo a su esposo; también aplica a tus hijos.
El esposo inconverso necesitará confiar en Yahshua por su cuenta para poder ser salvo, pero se le ha dado la bendición de una influencia cristiana constante en su hogar.
Ser cristiano es contagioso, y hombres inconversos se han estado “contagiando” de sus esposas. ¡Gloria a Yahweh!).