Cuando las personas escuchas nombrar la santidad, se espantan y creen que es algo que no está hecho para ellos. Pero la verdad es que esa reacción es producto del desconocimiento alrededor de este término tan importante para tener una sana vida espiritual.
Hebreos 12.14
“Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.”
De hecho la palabra establece la santidad como un requisito indispensable para ver al Señor. Esto se refiere a la vida Eterna que nos ha prometido más allá de esta vida al venir a buscar a su pueblo. Ser santos no es más que tener una vida apartada para el Señor.
Estar apartados para el significa que estaremos bajo su pacto, el cual estableció para nosotros a través de Moisés incluso sin nosotros haber nacido, en donde le entrego al pueblo las tablas del pacto que establecen sus mandamientos.
1 Pedro 1.14-16
“Como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo.”