Estar oprimido es una expresión que se usa comúnmente en la palabra del Eterno, sobre todo para describir el momento en el que el pueblo de Israel se encontraba sometido por Egipto en esclavitud. Entonces entendemos que una persona oprimida es aquella que se encuentra atrapada en medio de una situación que somete su voluntad sin permitirle expresarse o vivir en libertad.
La palabra dice que el Eterno no permite ninguna prueba sin mostrar también una salida, por eso queremos resaltar la importancia de clamar en estos tiempos de opresión, el clamor es la clave para desatar el favor de Yahweh a nuestro favor.
Salmos 55.1-2
“Escucha, oh Dios, mi oración, y no te escondas de mi súplica. Está atento, y respóndeme; clamo en mi oración, y me conmuevo”.
El corazón del Eterno se conmueve al escuchar la voz sincera de sus hijos que le reconocen como el único que los puede librar en el día malo.
Salmos 12.5
“Por la opresión de los pobres, por el gemido de los menesterosos, ahora me levantaré, dice Yahweh; pondré en salvo al que por ello suspira.”
No nos desanimemos, ni dejemos que la tristeza se instale en nuestras vidas en momentos difíciles, clamar será el puente para ver en primera persona obrar el poder de Dios en pro de nuestra libertad.