Dios tiene en su palabra preciosas y grandísimas promesas, pero los pasajes bíblicos que hablan de la salvación constituyen una gigantesca promesa, y para obtenerla no hay que pagar nada, es gratuita.
Dios tiene un plan sencillo para recibir esta maravillosa y gigante promesa
Arrepentirse y ponerse a cuentas con Dios
Isaías 1.18
“Venid luego, dice Yahweh, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.”
El pecado separa al hombre de Dios Romanos 3.23. Pero Dios promete vida eterna en Yahshua a los que crean el.
Hechos 3.19
“Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio”
Arrepentirse es pedir perdón y confesar el nombre de Yahshua.
2 Crónicas 7.14
“Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.”
Crea que Yahshua es el único que puede salvarle de la condenación eterna.
Juan 3.36
“El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.”
Reciba a Yahshua e invítele a su vida
Apocalipsis 3.20
“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.”