La fe es un hermoso don que el Eterno nos concedió y que se cultiva meditando en su palabra y poniendo nuestra confianza en él.
Hebreos 11.1
“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.”
Hebreos 11.3
“Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.”
Hebreos 11.6
“Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.”
Juan 3.16
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”
2 Corintios 5.7
“(porque por fe andamos, no por vista)”
Romanos 1.17
“Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.”
Santiago 2.18
“Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.”
Marcos 11.22
“Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios.”
Lucas 17.19
“Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado.”