Santiago 1:22-24
Sed hacedores de la palabra y no solamente oidores que se engañan a sí mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra, y no hacedor, es semejante a un hombre que mira su rostro natural en un espejo; pues después de mirarse a sí mismo e irse, inmediatamente se olvida de qué clase de persona es.
Escuchar de Jesús, conocer de Él y la Biblia no es limitante para muchas personas en el mundo, de hecho muchos no creyentes pueden llegar a conocer lo que dice la Palabra de Dios incluso mejor que cualquier cristiano de años, más en punto significativo no es cuanto sabemos de la Palabra, sino cuan dispuestos estamos a vivirla, es decir, ponerla en práctica.
En la palabra de Dios podemos encontrar respuestas a nuestras preguntas, luz en medio de tinieblas, alivio y consuelo para cualquier circunstancia.
En la Palabra de Dios encontramos esperanza y fortaleza para mantenernos firmes. Desafortunadamente, existen muchas personas que a pesar de haber creído y confesado a Yahshua como su Señor y Salvador no alcanzan estas bendiciones; ¿la razón? la misma Palabra nos lo revela:
Romanos 2:13:
“…no son los oidores de la ley los justos ante Dios…”
Leer la Biblia o ir a la iglesia no es suficiente si no lo ponemos por obra, lo que da testimonio de que conocemos y creemos en Dios son nuestras acciones. Es entonces practicando la Palabra de Dios que llegaremos a alcanzar la plenitud de vivir como verdaderos hijos de Dios; como lo expresa.
Santiago 1:22, 25
“Sed hacedores de la palabra y no tan solamente oidores…el que mira atentamente la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, este será bienaventurado EN TODO LO QUE HACE.”