Cuantas mujeres en el mundo entero a diario invierten todo lo que tienen en tratamientos costosos y no garantizados con la esperanza de ser madres y cumplir su mayor anhelo.
Muchas de ellas ven pasar los años, su vida y sus fuerzas y no consuman el tan esperado deseo. Pero quizás han estado buscando por muchos años la solución en el lugar equivocado, quizás no es a través de la ciencia que vendrá la bendición y será necesario ir a la fuente.
Génesis 1.27-28
“Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó, los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra…”
Desde la creación Dios (Yahweh) les había dado un mandamiento al hombre y a la mujer y era tener descendencia para llenar la tierra. Eso nos deja claro que la voluntad de Dios es que las mujeres tengan vientres fértiles y así las creo de manera perfecta.
Incluso en la biblia se muestra como mujeres estériles para los ojos de los hombres recibieron una palabra del Eterno y concibieron el hijo que tanto deseaba.
Génesis 18.14
“¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo”.