El liderazgo no es un acto inocente que se hace porque se impone o se manda, no es solo trabajar por trabajar, sino la búsqueda de alcanzar ver el fruto, el resultado del trabajo.
Estamos llamados a ser factores de cambio a la sociedad donde lo bueno lo llaman malo y lo malo lo llaman bueno, y que pide a gritos auxilio, donde en la actualidad el gran ausente se llama Dios (Yahweh), a esa sociedad estamos llamados a impactar para transformación y salvación de las vidas.
El líder Cristiano es un constructor de mega cambios, pareciera ser invisible pero en el mundo espiritual estamos construyendo torres, el que escucha una palabra de parte de Dios corre el riesgo enorme de caer postrado a los pies de Yahshua, ya que el mensaje del evangelio trae cambio, vida, sanidad solo por una palabra.
El que quiere ser excelente en lo que ha sido llamado, no espera a que lo manden, lo que empieza termina, no se queda en sueños sino que consuma cada sueño con su equipo.
El verdadero líder puede sufrir impactos pero no muere jamás, no dejes que los impactos te roben los sueños, que te hagan detener sigue avanzando porque nuestra esperanza es que hemos sido diseñados para ser eternos.
Trabajar es una honra, no una deshonra Proverbios 13.4 “El alma del perezoso desea, y nada alcanza; Mas el alma de los diligentes será prosperada”.