La Palabra en el libro de Revelaciones afirma claramente que para aquellos que prevalezcan guardando la Toráh o la Ley del Eterno, habrá nuevo vestido, su nombre permanecerá en el libro de la vida y habrá un reconocimiento especial de parte de Yahshúa ante el Padre.
Éstos son los verdaderos talmidim (discípulos de Yahshúa). Aquellos que procuraron en todo tiempo agradar a su Maestro. El Rey Salomón decía en; Proverbios 21.2 Todos los caminos de la persona son rectos en su propia opinión, pero Yahweh pesa el corazón.
Nuestros caminos serán pesados en Balanza de Justicia, tal y como exclamó Job (Péseme Dios en balanzas de justicia, Y conocerá mi integridad. Job 31:6).
Yahshúa dijo que la gente conocería que somos sus talmidim (discípulos) y que le amamos si GUARDAMOS SUS MANDAMIENTOS. Ahora bien, un discípulo tiene las siguientes características:
Memoriza las enseñanzas de su maestro. Para ser verdaderos discípulos, necesitamos que la Ley de Nuestro Creador este grabada en nuestra mente y corazón.
Imita las acciones de su maestro. No basta solo con memorizar debemos accionar a todo lo que Yahshúa nos enseñó.
Un discípulo aprende las tradiciones de su maestro. Un discípulo verdadero aprenderá a desarraigar tradiciones que no le agraden a su Maestro. Un discípulo verdadero aprenderá e imitará aquellas tradiciones que su Maestro les dejó.