Cuando escuchamos hablar de temor viene a nuestra mente la idea de miedo o terror, ese sentimiento de inquietud y angustia que nos mueve a rechazar o tratar de evitar las cosas que consideramos peligrosas, arriesgadas o capaces de hacernos daño.
Pero ¿es Dios peligroso? ¿Crees que Dios quiere hacernos daño y debemos tratar de evitarlo? en lo absoluto, entonces, ¿que implica el temor de Dios en nuestras vidas? Adán y Eva sintieron miedo de la presencia del Señor en el huerto del Edén, pero les faltó temor de Él al desobedecer.
El temor de Dios se refiere al recelo o cuidado de desagradar a Dios a quien se debe respeto y sumisión. Ahora bien, el temor de Dios no surge de la nada, nace y va creciendo en la medida en que vas conociéndolo. Al principio solo sabes algunas cosas de Él, o tal vez tengas una definición errada de quién y cómo es.
Pero en la medida en que tu relación con Él se va haciendo más sólida y vas conociendo acerca de sus atributos y características va naciendo o debería ir naciendo en ti el temor del Señor Yahshua. La perspectiva que alguien tenga con respecto a Dios depende del conocimiento que tenga de Él.
Si teméis al SEÑOR y le servís, escucháis su voz y no os rebeláis contra el mandamiento del SEÑOR, entonces vosotros, como el rey que reine sobre vosotros, estaréis siguiendo al SEÑOR vuestro Dios. 1 Samuel 12:14.