Hoy recibimos una gran invitación de parte de Dios, él nos invita a no olvidarnos de transmitir su palabra a nuestros hijos. Hablarles de la verdad, de los valores y principalmente de su Evangelio. Y es que la mejor escuela para nuestra vida, la primera escuela a la que acudimos y recibimos grandes enseñanzas es en la familia.
Importante resaltar que se trata de cumplir y enseñar. Jesús no solo enseñaba, el cumplía todo lo que predicaba, daba gran enseñanza con su testimonio, en pocas palabras, debemos vivir con coherencia lo que predicamos, sin dudas es la más grande enseñanza que podemos cultivar.
El mundo hoy y siempre, necesita de hombres y mujeres, dispuestos a enseñar, ser testimonio de nuestro Señor.
Todos tenemos una misión evangelizadora, la cual a través del espíritu santo y gracias a su soplo radiante sobre nosotros, obtenemos la sabiduría y el conocimiento para poder expandir su fe, una fe constante y firme, una fe que no se derrumba sino que cada día se fortalece más.
Mi testimonio es fundamental para poder llevar la palabra de Dios a los demás, en la medida de lo posible lleva tu vida de la mejor manera, que tus actos sean la mejor carta de presentación que tengas para identificarte.