Cuando tienes oportunidad de salir a pasear y visitar algunos lugares turísticos de tu región, o simplemente por televisión observamos las maravillas tan increíbles que Dios ha creado para nosotros, quedas sorprendido pues realmente puedes confirmar, que no existe arquitecto más perfecto que nuestro Señor.
Los ríos, los mares, los montes, los árboles y el cielo, todo está dispuesto de tal manera facilitando nuestro diario vivir, podemos observar tantas especies de animales, a millones de personas que habitan en este planeta, un mundo que Dios ha construido para ti y para mí, dándonos siempre lo mejor.
Resulta avergonzó y frustrante, que no apreciemos todo esto. Pues diariamente contribuimos para que el medio ambiente se deteriore progresivamente. No seleccionamos los desechos, utilizamos aerosoles sin control, quemamos residuos en lugares no aptos para ello, podamos los árboles, y un sinfín de acciones que nos llevan a la destrucción.
Es de humanos errar, pero también lo es corregir. Y es lo que debemos empezar hacer si queremos un mundo más limpio, y una herencia sana para los más pequeños habitantes de este planeta tierra.
Empieza por seleccionar la basura y así empezar a reciclar algunas cosas, no utilices aerosoles, mantén limpios los ríos y mares y poco a poco demuestras tu agradecimiento a Dios, por haberte dado la vida y un planeta lleno de maravillas.