“Dichoso aquel hombre, que no sigue el consejo de los impíos, ni camina por el camino de los pecadores, ni se reúne con los incrédulos, sino que su alegría está en la ley del Señor y medita día y noche su ley. Ese hombre es como un frondoso árbol, sembrado a la orilla del río, pues da los frutos a tiempo y sus hojas nunca se marchitan, todo lo que él hace termina bien”
“no pasa lo mismo con los malvados, pues fácilmente se los lleva el viento como paja. No se levantarán los impíos en el juicio, ni asistirán a la asamblea de los justos, los pecadores; ya que el Señor ilumina y protege el camino de los justos”
El camino de los impíos, acaba mal. Amen.
Pide al Espíritu Santo te ilumine para discernir su palabra. Hoy nos dice el señor que en el camino de los justos él está presente. Para que Dios esté en nuestra vida, debemos buscarlo a él, debemos vivir en el evangelio, seguir sus mandamientos y con fidelidad amarlo sin ningún temor.
Hermano, quizás no te ha tocado nada fácil, quizás sientes desmayar. Pero no te frenes en tu búsqueda constante del Señor, tu búsqueda no será en vano y te espera un mundo mejor.