Este pasaje de la Biblia, va dirigido a todos nosotros, pero en especial a los jóvenes, ya que Dios espera lo mejor de ellos.
La juventud es la etapa de la vida que viene nutrida de nuevas experiencias, donde se puede caer fácilmente si no hay una verdadera fe cristiana, pues se presentan las tentaciones por todos lados, donde estar a la moda es un afilado cuchillo que si no se sabe esquivar, se puede caer en el más profundo abismo.
Tristemente se puede presentar la rebeldía, porque los jóvenes pueden interpretan la preocupación de sus padres por educarlos y protegerlos, en regaños o mucha presión. Pero lo que realmente existe es amor y el querer que sus hijos estén bien, claro está, que se debe ser muy calmado para corregirlos o hablarles de lo bueno o lo malo.
Si no existe comunicación, consideración y respeto, pueden existir los problemas y la altanería. A los jóvenes corresponde respetar y honrar a sus padres, de esta manera también está honrando al Altísimo.
Nadie ha dicho que sea fácil ser joven, es una hermosa primavera que vivimos los humanos, sin embargo pueden presentarse dificultades, pero si tienes fe y amas a tu padre y a tus padres acá en la tierra, todo será más fácil de superar. No dudes en confiar en tus padres y buscar su orientación.