Los salmos son un su mayoría cánticos al Señor, muchos de gloria, otros de protesta y más de alabanza, es por ello es que estas oraciones hermosas, escritas en su mayoría por el Rey David son una de las mejores maneras de rezar al Rey de Reyes.
El Salmo 23 en particular, nos cubre con su refugio, Dios nos acoge y protege, nos muestra que jamás nos ha perdido del camino, y nos llevará a la victoria en cada momento.
No desesperes hermano porque él es nuestro Pastor, y nosotros sus ovejas, o ¿qué cuidador dejará que algo malo le suceda a su ganado? Así que siempre que te encomiendes a él, nunca perderás.
En Prados hierbas me hace descansar, aludiendo en esa parte del texto que él te coloca reposo, por más que a veces no parezca, dejándote tranquilo, sin que tus enemigos te turben.
Me conduce a aguas tranquilas, es decir toma mi camino y me lleva al destino que él quiera, el que cumplirá su misión
Renueva mis fuerzas, no solo me lleva a realizar su santísima voluntad sino además, me da más energías para continuar y vencer siempre.
Por esto el Salmo 23 demuestra que el Señor solo quiere el bien para mí.