Esta hermosa pieza musical, describe la historia de uno de los acontecimientos más lindos realizados por nuestro Señor durante sus años en la Tierra, aquí demuestra su misericordia y poder, te aconsejo que te sumerjas en esta melodía mientras la escuchas y deja el corazón libre para que el Señor se manifieste.
Llegaba a Jericó nuestro Señor, todos corrían para verlo, que lo sanaran pero a uno, no se le había avisado. Un ciego, un mendigo llamado Bartimeo, que tan solo con escuchar el nombre de Dios no dudo dos veces en llamarlo como Isaías había indicado, siglos antes y comenzó a gritar “Jesús hijo de David, ten compasión de mí” y gritaba cada vez más fuerte, aunque la gente lo opacaba, este seguía y no se cansaba.
Jesús lo mando a colocar enfrente y dijo: ¿qué quieres que haga por ti?,
Bartimeo le contesta: ¡Que yo pueda ver, sáname!
El Señor no dudó, e hizo lodo y de inmediato este ciego de nacimiento comenzó a ver y alabar a Dios.
Es solo uno de tantos ejemplos, por eso no dejes de invocar al Altísimo por más dificultades que tengas, el te oirá y sanará como hizo con este hombre, vamos ten fe y piérdete en la melodía de este hermoso tema.