Hoy el señor te regala su palabra, cierra tus ojos y pídele al Espíritu Santo te ilumine, para poder discernir y entender su mensaje. Abandona todo en sus manos, deja que guie tus ojos en cada letra que vas a leer, por medio de ella encontraras esperanza y comprenderás, el alimento tan enriquecedor que puede llegar a ser su palabra.
Los salmos, se encuentran en el antiguo testamento, puedes empezar desde hoy a leer y poner en práctica lo que Dios por medio de los salmistas te dice:
Salmo 26: ¿a quién temeré si Dios está conmigo?
El señor está contigo, no hay nada ni nadie a quien temer. Ni mil hombres que estén frente tuyo, tu puedes estar tranquilo, porque sabes que Dios te protegerá. En tu trabajo, en tu hogar, con tus amigos y también con tus enemigos, no tienes por qué temer, tu eres su hijo amado y siempre estará a tu lado.
Salmo 33: gustad y ved que bueno es el Señor
Alaba a Dios, reconócelo como tu padre, invoca su nombre en todo momento. Proclama su santo nombre. El salva y protege a los que lo honran. No sientas vergüenza porque en proclamar tú fe, si los demás te señalan y burlan de ti, porque amas a Dios. Dios entonces te amara más, para que no te aflijas y seas constante en su camino.