Definitivamente la situación económica hace que tanto papá y mamá se vean en la necesidad de trabajar para poder aportar y soportar los compromisos económicos que genera la familia. El pago de colegios, las facturas de los servicios, la salud, el calzado, la vestimenta, la comida y los gastos extras que se puedan presentar.
En muchas ocasiones al llegar a casa no encuentras a nadie, vienes del colegio y necesitas a mamá, pero ella no está, agachas la cabeza, pero comprendes la situación y esperas a que ella llegue y te ayude en tu inquietud. También suele pasar que tus padres llegan a casa con ganas de abrazarte, pero tú ya estas dormido y no te quiere despertar.
Y ¿entonces la comunicación familiar donde queda? Tristemente en los momentos de descanso, muchos no aprovechan esa ocasión y se dedican a descansar, hablar puede ser agotador y posiblemente estas evadiendo tal momento, mejor es callar y que los demás resuelvan.
Sabemos que vivir es costoso, pues gratis no se vive, pero no se trata de morir de hambre, se trata de valorar la familia, y aunque tengas que trabajar y ausentarte de tu casa, entiende que tu familia es tu prioridad y el dinero no reemplaza tu cariño y tu comprensión.