Hoy en día la juventud, vive bajo la presión diaria de la publicidad, una publicidad que busca si o si, incursionar la moda que ellos comercializan, con la finalidad de llenar sus bolsillos. Olvidando que a quien ellos buscan cautivar ofreciendo artículos de moda, son seres humanos, los cuales pueden verse en ocasiones afectados psicológicamente por la presión para seguir determinado patrón que al parecer sigue la sociedad.
Cuantas tiendas ofrecen ciertas marcas de ropa con tallas muy pequeñas, donde generalmente cuestan entrar. Al parecer quieren obligar a quienes quieren comprar una prenda, a tener que someterse a un ritmo alimentario, para perder tanto peso sea necesario y así optar por una de sus ofertas.
Mirar a otros chicos y observar peinados algo extraños, y cortes de cabellos algo alocado. Se impone dicho look, que en pocos días son más y más chicos copiando este estilo. Lo más triste de la situación, es que no lo hace por convicción, sino lo hace simplemente repitiendo lo que otros hacen, posiblemente para sentirse aceptados por sus amigos.
La moda no es mala, simplemente hay que saber que es apropiado para ti y que no. Saber diferenciar en lo que te hace sentir bien, a lo que te toca colocarte por el temor al que dirán. Aprende a tener criterio propio y a tener seguridad, tú debes sentirte bien sin basarte en los demás.