Solo un Dios tan enorme como el Señor de Israel tiene el poder de crear un mundo entero de la nada, desde Adán y Eva en el Jardín del Edén hasta José interpretando los sueños del Faraón, el primer libro de la Biblia muestra la misericordia del poder de nuestro del Señor.
Se prueba la palabra y fidelidad del Todopoderoso cuando Abraham lo obedece aún en contra de su voluntad y Dios lo recompensa siendo nuestro padre hasta nuestros días y en el Fin del mundo.
Se ve observa como le disgusta del pecado con la aniquilación de Sodoma y Gomorra, por todas las inmundicias y blasfemias en ella.
Se entiende que Dios ama al mundo entero viendo como emergen toda las lenguas y razas desde la Torre de Babel, por ello no importa de qué nación seas tú, tu hermano e inclusive tu enemigo, Dios ama a todos por igual.
Se interpreta que el Todopoderoso siempre rescata lo más valioso como cuando salvó a Noé y su familia y en base a ellos creo toda la descendencia de la Tierra.
Tan solo con estas muestras de majestad se puede observar la magnitud indescriptible del Rey de Reyes, del Señor de Señores.